sábado, 24 de noviembre de 2012

Por no llorar por dentro escribo esto.



¿Por qué es tan difícil querernos? Quizás me engaño a mí misma pensando que podemos volver a ser uno. Siempre serás mi primer plano, por mucho que se me llene la boca de decir que te olvido. Mis párrafos siempre te tendrán como dueño. E incluso a veces me traiciono a mí misma escribiendo tu nombre en el margen. Mis lágrimas, mis silencios, mi insomnio, llevan tu nombre. Eres tú. Es el miedo a que me olvides. Yo miro el reloj como si valiese de algo. Como si me sirviese de algo saber si son las tres o las cinco de lo mañana. Nos hacemos daño, sentimos las grietas agrandarse en nuestro corazón sin solución alguna. Yo y mi puta manía de guardar todo lo que me importa. Guardo tu recuerdo en mi corazón. Tus cartas en mi cajón de la mesilla. Guardo cada día que no tenemos por si algún día te da por regresar a por mí. Tengo los ojos tristes y  la esperanza en vena. Recuérdalo. Recuérdame.

No hay comentarios:

Publicar un comentario