domingo, 9 de febrero de 2014

Bajas tú o subo yo.

Baja la persiana, que no nos vea el Mundo.
Que la Luna se pondrá celosa si me ve abrazada a ti.
O las farolas se morirán por querer probar tus labios.

Bájala del todo.
Que no se cuele ni un rayito del sol, que hoy sólo te rozo yo.
Y que ni siquiera entre ruido, que nosotros vamos a gritar más que los de ahí afuera.

Bájate tú de ese Cielo que tanto prometes
y nunca cumples.

Bájame a mí la barbilla para besarme la nariz
o acariciarme por detrás de las orejas.

Bájate los humos
que sube el pan.

Sube la música.
Quiero sentir cómo respiras al ritmo de The Police.
Quiero ver mi vello erizado en los estribillos.

Sube la cabeza para que pueda devorarte el cuello.
O simplemente desearlo.

Súbete un par de cervezas con limón,
y coge algo para ti también con las vueltas.

Súbeme a la montaña más alta de toda la sierra
para alzar el vuelo
a ese Cielo que tanto prometes
y luego nunca cumples.



lunes, 3 de febrero de 2014

Siento, luego existo.

Pienso en la vida que voy a perder si te dejo cruzar la calle.
Pienso en ese algo que se quemó por dentro del caparazón.
Pienso en esperarte desesperadamente.

Dudo de la puntualidad del amor,
creo en la dulzura de los besos amargos.

Duermo soñando que vuelves para verme,
despierto con la pesadilla de la realidad.

Yo llego siempre tarde,
tú te vas siempre antes.

Pienso en que no volveré a hablar de ti en el desayuno.
Pienso en que a veces siempre dueles.

Entras en todos los tiempos del indicativo,
te sales de todas las formas en las que pueda mencionarte.

Existo entre líneas,
desaparezco aquí también.

Tú eres el Quiero,
yo soy el No puedo.

Pienso en ti,
y luego nada.