martes, 19 de marzo de 2013

Me dejó el corazón en los huesos.

Cuando las gotas de lluvia se posan en tus pestañas y estas ondean como la bandera de mi perdición (perdición bonita donde las haya), o cuando tu número de teléfono me tienta cada noche, entonces, suena ese 'crack' dentro de mí que me agota y me quita la vida.
Ahora busco atardeceres que sustituyan el vacío que ha dejado tu sonrisa, pero ninguna azotea lo ha conseguido todavía.
El deseo de recibir el beso que mandaste desde el taxi, mientras maldigo el vaso de whisky, se apodera de mí. No permitiré que la llama de este deseo se apague y me deje sola, sin el consuelo. No. Eso nunca.
El cigarro se consume lentamente, sin prisa, igual que la nicotina en mis pulmones. Creando su propio ambiente.
Me rodeo de velas aromáticas para olvidar tu olor. Rock de fondo para sentirme un poco libre, aunque sea mentira. Descolgar fotografías. Observar la tempestad de fuera para pensar que la de aquí dentro no es nada. Y perdonarme por convertirte en mi esencia.
Sabina parecía leerme las ojeras ''Tardé en aprender a olvidarla diecinueve días y quinientas noches''.
Baja de ese cielo tan perfecto del que hablas y transforma este infierno en nuestro paraíso.

domingo, 10 de marzo de 2013

Método de urgencia que se puede prevenir.

¿Cuántas copas hacen falta para que te des cuenta de que estoy perdida sin ti


Voy a ocupar el puesto de cobarde por una vez. Voy a disfrazarme de indiferencia y esperaré a que seas tú el que juegue con los hilos del destino. Ya no habrá próxima vez, ya no volverás a encontrarme dejando ver que se me va la vida en esto.
Seguiré desvariando.
Seguiré arrastrando conmigo cada caricia que no nos dimos.
Seguiré gastando el tiempo pensando que algún día me volverás a elegir.
El frío atraviesa cada poro de mi piel y me hace fuerte, me recuerda que ya no tengo tus brazos para refugiarme, que ahora me toca aguantar a mí solita. Ya no están tus ojos grises recordándome por qué me encanta ese color. Ya ni siquiera me quedan fuerzas para escuchar esa canción una última vez.
PD: léeme, por favor.

domingo, 3 de marzo de 2013

Escribo malestar para estar bien.

Tan destructivo que me recompone, tan apoteósico que completa. Era efímero, pero bastaba. Los golpes contra la pared amortiguaban las palabras. El frío que recorre mi espalda todavía susurra tu nombre cada noche. Conversaciones mudas entre tus ojos y mis labios (siempre se entendieron bien). Demasiados sentimientos para tan poca cosa como yo; me pueden, quizás. Vivíamos atrapados en nuestro propio junio, hasta que llegó noviembre y nos congeló los sueños. 
Sigo queriendo tener tus costillas clavándose en mí.
A mí me gustaba disfrazarme de dura y a ti de feliz. Terrible combinación, pero.
Deshacíamos todos los cuentos de princesas para convertirlos en un caos que nos gustase. Acostumbrados a perdernos entre lo bello y lo complicado. Detallando cada día la mínima curva de tu imagen en mi memoria, para que se mantenga intacta, como si todavía estuvieses aquí. 
'Sólo nos queda una razón que nadie entiende'. 
Decidimos desaprender todo sobre el amor y empezar de cero. Intentando sobrevivir a nuestro propio infierno. Desgastándonos poco a poco. Todo se quedó más vacío que nunca. Incompleto. Era desesperante saber que tus ojitos grises jamás volverían a mirar a través de esa ventana.
Soy un intento fallido de protegerme del vicio de tu piel.