miércoles, 22 de enero de 2014

Paréntesis.

Ahora que tu ausencia me hace compañía.
Ahora que la nostalgia me parece hasta bonita.
Ahora que sólo tengo canciones tristes.
Ahora, vuelvo a escribirte entre paréntesis.

Luego, quizá me arrepienta de llenar el folio de frases y no de lágrimas,
pero eso qué más me da ahora.
Ahora sólo quiero escribir(te) sobre perder(nos).
Perder la cabeza y las ganas de tenerla.
Perder más por quererte a ti que por cuidarme a mí.
Perderme yo en tu boca,
perderme cómo amanece por verte despertar a ti,
perderme mil veces antes de perder tu sonrisa reflejada en mis ojos.
Pero no te pierdas tú,
por favor.
No me hagas ir a buscarte a mi corazón,
donde un día (tonta yo) dejé que te colaras
y que tomaras tú el mando.
No me hagas ir a buscarte a el cajón donde guardo las cartas,
que ahí tengo todos los recuerdos desordenados
(y prefiero no guardarte sólo ahí).
No me hagas ir a buscarte
que sabes que yo nunca he sido valiente
para encontrar(me).

Ahora,
sigues siendo mi eterna despedida,
mi suspiro al cristal,
la pólvora que enciende la llama del (estúpido) amor,
la mierda de siempre.

(Siempre tú).

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